Tomar
la temperatura cuando estamos enfermos puede resultar complicado. El
termómetro estándar de mercurio puede resultar difícil de leer,
uno rectal es algo incómodo. En 1991, los termómetros infrarrojos
para oídos aceleraron y simplificaron el trabajo.
Diatek fue
la primera empresa que desarrolló este tipo de termómetros, vio la
necesidad de reducir la cantidad de tiempo que pasan los enfermeros
para tomar la temperatura. Con aproximadamente mil millones de
lecturas tomadas en los hospitales de Estados Unidos cada año y la
escasez de profesionales, la empresa comenzó a reducir los preciosos
minutos que eran necesarios para vigilar el aumento del Mercurio. En
su lugar, Diatek se
aprovechó de los avances anteriores de la NASA,una aplicación de tecnología empleada para detectar el nacimiento de estrellas.
Junto
con la NASA, la compañía inventó un sensor de infrarrojos que
servía como termómetro. Este tipo de termómetros leen su
temperatura midiendo la cantidad de energía que el tímpano
emite en el canal auditivo. Dado que el tímpano se encuentra dentro
de nuestro cuerpo, actúa como un sensor preciso para la energía o
el calor de nuestro cuerpo, que aumenta cuando enfermamos.
Y éste sólo es uno de los muchos ejemplos de las aplicaciones de la investigación espacial a nuestra vida diaria.